Escrito reflexivo sobre el trabajo colaborativo, las
comunidades de aprendizaje de docentes y alumnos (as), y las prácticas sociales
del lenguaje en las prácticas de enseñanza.
El trabajo colaborativo en
nuestra comunidad escolar es inclusivo ya que se atienden niños sin importar su
condición personal, socioeconómica o cultural, tales como: indígenas, de
escasos recursos, con necesidades educativas especiales; esto permite que los
resultados obtenidos en los últimos ciclos escolares sean buenos y hace que la
escuela sea funcional ya que atiende la diversidad buscando en todo momento
poner en práctica diversas estrategias que conlleven a realizar un trabajo con
equidad.
En nuestra escuela el trabajo
se lleva a cabo mediante la práctica del trabajo colegiado ya que esto
enriquece nuestro quehacer educativo, en reuniones de consejo técnico
compartimos experiencias, estrategias, realizamos críticas constructivas, organizamos
y diseñamos planes de trabajo que proponen alternativas para solucionar las
necesidades y problemas que se presentan para desarrollar las competencias comunicativas
tanto de alumnos, maestros y padres de familia. Permanentemente escuchamos varios puntos de
vista, prestamos atención a las alternativas y reconocemos nuestra
responsabilidad para fortalecer el aprendizaje colectivo.
Esto nos brinda posibilidades
de desarrollar acciones para implementar y favorecer el programa de estudio.
Al realizar nuestras
planeaciones consideramos los conocimientos, así como la formación de valores,
el uso eficiente del tiempo real de clases a fin de que la organización sea
completa y permita su desarrollo acorde a las necesidades de nuestros alumnos,
tanto dentro del aula como fuera de ella, además desarrollamos talleres vespertinos
que permiten el trabajo colaborativo donde el alumno lleva a cabo la práctica de valores, aprende
jugando y desarrolla las habilidades, las cuales comparte a toda la comunidad
escolar en festivales, exposiciones, programas , homenajes, campamento, etc.
El desempeño en nuestro
trabajo ha tenido resultados óptimos ya
que como colectivo hemos decidido capacitarnos día a día, aprovechando en
reuniones para realizar talleres colegiados acordes a las necesidades de
nuestros alumnos, maestros y padres de familia, además de realizar los cursos
que se nos ofertan para una mayor profesionalización. Es de suma importancia
para ello el papel que tiene como líder nuestra directora. Ya que
constantemente nos lleva a reflexionar sobre la importancia de nuestra
formación personal y profesional para contribuir al mejoramiento de nuestra
escuela.
Como colectivo decidimos
realizar un curso para familiarizarnos con el uso de la tecnología de la
información que nos permitió el desarrollo de nuevas estrategias y sugerencias
didácticas de trabajo en las que desarrollamos distintas competencias las
cuales son entendidas como conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes
para construir nuevos aprendizajes.
Por ello la relevancia de que
el trabajo sea colaborativo ya que como
institución educativa tenemos un mismo propósito tendiente no sólo a la
profesionalización sino también al desarrollo personal y a la vez esto ha
contribuido para ir conformándonos como un equipo de trabajo con intereses
afines y metas comunes.
Con la participación de cada
uno de los integrantes de la comunidad escolar, todos juntos trabajamos para
lograr un mismo objetivo tendiente a lograr una educación de calidad que tiene
como fin principal que todos los estudiantes que asisten diariamente a nuestra
escuela logren su perfil de egreso como lo marca el Plan y Programa de Estudio.
Evaluar constantemente
nuestra labor permite el crecimiento personal, colegiado y colaborativo ya que
se plantean nuevas estrategias donde participamos y compartimos expectativas
para establecer con responsabilidad y compromiso nuevos retos, además que la
evaluación contribuye en gran medida a enrumbar el trabajo que hacemos dentro y
fuera del aula.
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