Texto reflexivo del anexo 5

“Trabajo colegiado colaborativo”

La práctica educativa está constituida por una serie de retos dentro de los cuales se destacan actividades colaborativas que permiten mejorar las experiencias pedagógicas en todo momento. En éste sentido es importante mencionar también que se deben incluir acciones de tipo metodológico y holístico que permitan mejorar el desempeño de maestros, alumnos y padres de familia.

Trabajar en equipo en la resolución de problemas, aceptar cuando no se están teniendo los resultados que se esperaban y buscar realizar prácticas educativas dinámicas, flexibles y claras forman parte de lo que llamamos trabajo colegiado colaborativo.

Además, otra manera de representar el trabajo colaborativo se debe observa al momento de que el espacio educativo al que los alumnos acuden brinda las oportunidades de aprendizaje que lo transforman,  tomando en cuenta las capacidades de desarrollo personal, respetando su  libertad y garantizando una sana convivencia.   

Si bien es cierto que el trabajo de los docentes es demandante es más aun la inminente exigencia de actualizarse periódicamente debido a los cambios que se generan actualmente en la sociedad incluyendo la apremiante interacción y colaboración que debe existir entre los colectivos para la búsqueda de soluciones a los conflictos que imperen de forma general y en cada institución educativa.

El trabajo colaborativo implica también que las problemáticas que sean detectadas por los docentes dentro de las sociedad o en sus centros de trabajo puedan solucionarse ahí mismo mediante el análisis y la  reflexión para que esto contribuya de manera directa a la mejora general.

Desde mi punto de vista en el contexto de las comunidades de práctica y de aprendizaje  son palpables las actividades como el trabajo de proyectos para la búsqueda de soluciones a las interrogantes que se tienen, el trabajo colaborativo que implica, así como las metas que se proponen de forma global que son interesantes, además de ser congruentes en el sentido de la búsqueda de mejoras el lo educativo,  lo emocional y en la apertura hacia la sociedad. Incluyendo también la generación del liderazgo colectivo, la participación social, la evaluación sistemática del trabajo y la creación de grandes expectativas generadas por la sociedad y el espacio educativo.

Aunque no es una estrategia tan novedosa implica realizar acciones que contribuyen al desarrollo general de la escuela, los alumnos, la sociedad y el colectivo docente que permite el avance que se requiere en nuestro país.