REFLEXIÓN DALIA

EL TRABAJO COLABORATIVO, LAS COMUNIDADES DE APRENDIZAJE DE DOCENTES Y ALUMNOS (AS), Y LAS PRÁCTICAS SOCIALES DEL LENGUAJE EN LAS PRÁCTICAS DE ENSEÑANZA.

     La escuela es concebida como un lugar donde se da la interacción y el intercambio de ideas, así como los conocimientos entre diversos actores. Por ello el papel transformador de la escuela está en manos del colectivo docente principalmente, en colaboración de los padres de familia, alumnos y comunidad en general, ya que el aprendizaje no solo se da en las aulas sino fuera de ellas.

     Por ello, es fundamental que nuestra práctica educativa no sea rutinaria, sino todo lo contrario, debe ser dinámica, integral, para poder  fortalecer en los niños sus conocimientos, actitudes, valores, que lo hagan desarrollarse tanto de manera colectiva como individual que le permitan resolver situaciones de su vida cotidiana.

     Sin embargo, no es tarea fácil puesto que no siempre se cuenta con el apoyo  de todos los implicados en la educación, por lo tanto, es primordial mantener interacción y trabajo colaborativo, escuchar varios puntos de vista, cumplir cada quien con su responsabilidad, para salir avante de los retos y demandas de la sociedad.

     Lo ideal es participar en comunidades de aprendizaje, para conseguir un mayor aprendizaje del alumnado, potenciando su autoestima, al igual que  la de los docentes, teniendo como objetivo común, una educación de calidad, donde todos aprendemos de todos.

     En este sentido es imprescindible fortalecer y desarrollar mis Competencias docentes, actualizarme,   intercambiar conocimientos, estrategias, problemáticas y propuestas de solución en atención a las necesidades de los niños; plantear, en colectivo las acciones y medidas necesarias para cumplir con los propósitos de la educación, los cuales no se basan en solo leer o escribir, sino que implican tomar en cuenta las prácticas sociales del lenguaje en su totalidad y la manera en que se utilizan  en las prácticas de enseñanza.

     En la cotidianeidad, constituida por las prácticas sociales del lenguaje, se requiere ser hábil hablando, saber escuchar y desarrollar eficientemente la comprensión de lo oral, por lo tanto, es necesario que la escuela promueva prácticas de trabajo colegiado entre los maestros tendientes comunicar ideas de manera eficaz, es decir, no limitarnos a solo leer o escribir, sino propiciar que tanto nosotros como los alumnos se expresen adecuadamente para que interactúen entre sí, también es importante saber escuchar, respetar los turnos al hablar, socializar lo que cada quien sabe, para que otros lo aprendan.